Una fórmula popular para medir el engagement en redes sociales sugiere que si sumas todas las interacciones (likes, comentarios, compartidos…) y lo divides entre el número de seguidores, luego lo multiplicas por 100, obtendrás el porcentaje de engagement. Pero, ¿es esto suficiente?
La realidad es que el engagement va mucho más allá de un simple cálculo numérico. No se trata sólo de cuántos likes o compartidos obtienes, sino de qué tan profundamente tu audiencia se conecta emocionalmente con tu marca. Es ese nivel de compromiso, entusiasmo y lealtad que tus seguidores sienten, demostrando que no solo consumen tu contenido, sino que lo viven e interactúan con él de manera auténtica.
En otras palabras, el engagement es el vínculo emocional que las marcas construyen con su audiencia. No se limita a la cantidad de “me gusta”, sino que también incluye acciones más valiosas como comentarios significativos, compartidos auténticos, menciones y reacciones que muestran un interés genuino en lo que ofreces.
Al final del día, el engagement es lo que realmente hace que una marca brille en el mundo digital. No se trata solo de acumular seguidores, sino de convertir esa audiencia en una comunidad vibrante que viva y respire lo que haces. Cuando logras que tus seguidores se sientan conectados y emocionados por tu contenido, no solo los mantendrás interesados, sino que también fomentarás una lealtad que vale oro.
