El web hosting es, en pocas palabras, un servicio de almacenamiento que hace posible la existencia de páginas web en Internet. Los archivos que se almacenan y comparten en él son guardados en servidores en línea a los que pueden acceder usuarios de todo el mundo.
Para asegurar la mejor experiencia de usuario, es necesario seleccionar un buen hosting que de acceso a contenido sin interrupciones y con tiempos de carga óptimos.
Busca un plan de hosting que ofrezca un ancho de banda suficiente para manejar el tráfico de visitas en tu sitio. Si bien ningún servicio de web hosting puede ofrecer visitas “ilimitadas” absolutamente, puedes empezar estimando la cantidad esperada.
Así mismo, ten en cuenta que un buen hosting debe poner a tu disposición herramientas necesarias para permitir el fácil manejo y control de todo lo relacionado con tu sitio web y sus contenidos. Recordando que dichas herramientas deben mantenerse actualizadas por razones de seguridad, rendimiento y compatibilidad.
Por último, investiga sobre la capacidad de almacenamiento en los servidores del hosting y si estos serán suficientes para almacenar todos los datos de tu sitio web. Entre más espacio de almacenamiento poseas es posible mantener más aplicaciones y archivos abiertos al mismo tiempo sin preocuparte por quedarte sin espacio.
Recuerda que la clave será siempre evaluar cuáles son las necesidades específicas de nuestro sitio web.